Todos los años, mi hija y un grupo de amigos y amigas amantes del mar y la naturaleza, emprenden alguna singladura a vela por aguas ibéricas o griegas, incluso. Bajo, la tripulación de este año.
Para ello, de ordinario, al no poseer embarcación alquilan un velero en el sitio de destino. Este año ha sido en torno a Menorca, a donde se desplazaron, vía aérea para aprovechar mejor los días disponibles.
Por ello, en esta ocasión, a primeros de agosto, del presente año 2023, al no poder llevar cañas en el avión, pescaron con línea de mano, con curricanes provistos de pulpitos cucharillas y vinilos. Pescaron a una velocidad de 4 a 6 nudos, en superficie (con ayuda de un excitador de plástico alargado) y con otro aparejo de curri más profundamente, con ayuda de un plomo de 200 g. Los mejores resultados los obtuvieron, con este aparejo, y preferentemente con un señuelo de vinilo y con un pulpito de color rojo intenso.
Tras visitar las costas de Menorca, encontraron un pequeño banco de bacoretas, cerca del Cabo Salinas, en Mallorca.
La pesca no fue muy abundante pero se hicieron con un puñado de bacoretas que claro está, fueron al poco, a la sartén.
Ver la anterior pesquera del grupo en aguas de Cabo Palos y más aventuras marineras del patrón Luís Robles.