Visión con sonda moderna de un pecio

Aspecto de un pecio (el Ville de Verdun  o vapor del "cacahué") a través de la sonda de un gran pescador y amigo:  ANDRÉS ORTS

Andrés lo explica en su página de Facebook del siguiente modo:

Lowrance a través de su tecnología te permite ver exactamente donde hay un pecio o barco hundido en mitad del mar, ver exactamente como está orientado y con su barrido lateral poder identificarlo a la perfección incluso a más de 50 metros de profundidad con su visión lateral “sidescan”. Bajo otra imagen localizando y marcando el pecio.

Gracias amigo

Vea si gusta una página de esta web, dedicada a la pesca sobre este pecio a lo largo de los años ,  con un par de imágenes del mismo, obtenidas  con mi antigua sonda. PULSE AQUI

 

1988 a 1992, una época apasionante: hallazgo de 23 pecios

Arriba, espectacular pesca de samas sobre un pecio a bordo del barco CHAMBEL

Hasta el año 1985 los únicos barcos hundidos que conocíamos los pescadores deportivos de Torrevieja eran el “Sirio” (aunque sobre esta tumba submarina jamás echamos un anzuelo), el del “cacahué” y los “del carbón” y del “cobre”. Un poco después, en 1986, el “Chambel” y luego la “Reme” pescaron por primera vez el “vapor de las naranjas” (a 5 Mn del Puerto de Santa Pola), descubriendo próximo a él lo que curiosamente se cree que es una locomotora sumergida.
Sobre “el vapor del cacahué” y sobre “el de las naranjas” hicimos, durante un par de años, grandes pesqueras de samas, lechas, corvas etc. El llamado vapor “del cacahué” era en realidad el mercante “Ville de Verdún”, que con un cargamento de semillas de cacao, fue echado a pique por un submarino alemán en la Gran Guerra (1914-18).

El caso es que semanas después de su hundimiento las playas próximas se llenaron de lo que la gente tomó por cacahuetes. Parece que aquí no hubo víctimas pues permitieron la evacuación del barco antes de hundirlo. No había empezado lo que luego fue una despiadada guerra al tráfico marítimo sin reservas.

 

Imagen doble del pecio del Vapor del "cacahué" o Ville de Verdún.

Ver bajo otra imagen de un pecio en una sonda moderna (tomado de Raspacejo Fishing). Ver mas al final.

No conozco la historia de los otros barcos citados. En “el del cobre” se hicieron trabajos de extracción aprovechando el metal que lleva su nombre. Sus nombres verdaderos están incluidos mas abajo en esta misma página. Aqui en el mapa que presento, constan como se conocen en Torrevieja...

Otros naufragios en el área marítima de Torrevieja y Cabo de Palos

La causa más importante de la multitud de hundimientos en el siglo XX en el área de Cabo de Palos, fue la actividad submarina de la flota alemana en la Gran Guerra (1914-18).

Al principio de la contienda, la guerra naval se llevó a cabo según cierto código, digamos “humanitario”, evacuando a los tripulantes de los cargueros antes de hundirlos. Posteriormente ante la aparición de mercantes artillados (los célebres buques “Q” o barcos trampa) que disimulaban su armamento y cañoneaban y hundían al submarino cuando aparentemente la dotación del mercante lo había abandonado, “la Kriegsmarine” dió la orden a sus “unterseebooten” de hundir los barcos aliados sin previo aviso.

Decenas de barcos fueron echados a pique por estos lobos de mar apostados en las proximidades de Cabo de Palos, zona casi obligada para el tráfico marítimo aliado con destino o procedente de Francia. En algunos de estos hundimientos no hubo supervivientes o estos fueron recogidos e internados en campos de concentración.

El caso es que sea por la falta de información de unos y otros contendientes o por la falta de precisión de los medios de entonces, nunca se supo la situación exacta de muchos naufragios. Se sabe que en los 4 años que duró la Gran Guerra , la flota alemana hundió 18,7 millones de toneladas de R.B- más de 3.000 barcos-, de los cuales cientos de ellos lo fueron próximos a nuestras costas, pese a ser entonces España un país neutral.

 

Flota de submarinos alemanes con su buque factoría, en la bahía de Torrevieja , donde entraron por avería de uno de ellos. Año 1914

Investigación sobre naufragios en el área marítima de Alicante a Cabo Palos

En 1988, amigos pescadores profesionales de Torrevieja, como Antonio, Paco y Manolo Juárez, nos informaron de la presencia de posibles barcos hundidos, no cartografiados, frente a la costa de Cabo de Palos a Cabo de Santa Pola. Animados por las pesqueras conseguidas en los barcos antes citados nos propusimos su búsqueda.
    Fue una investigación paciente, constante e ilusionada por el resultado que intuíamos; interesantísima y difícil dados los pocos medios con los que contábamos entonces a bordo de nuestra embarcación “Chambel” un barco de madera de 8 m que navegaba a 8 nudos. 
    

La iniciamos M. Lidón, mi hermano Federico y yo y luego M. Gómez y Martínez Galiano -que fue quién dió el nombre de “Palmero” (el de su casa), al conocido también como “vapor de las gallinas”, hundido en 107 m de sonda al SE de Torrevieja-.
  

  Recogimos muchos datos de otros profesionales como “el Periquito” y el “Perín”, dedicados a la pesca de arrastre, que nos dieron distancias de radar hasta la costa, desde puntos en los que habían enganchado sus redes. Sospechaban que podría tratarse de barcos hundidos. El problema para nosotros era que no teníamos más que sonda y brújula a bordo como únicos medios para la localización de los hundimientos.
  Hicimos fotos seriadas y cruzadas desde todos los puntos salientes del litoral, desde el Cabo de Santa Pola al de Palos y desde algún punto de la mar determinado con exactitud (mediante el empleo de muchas enfilaciones), para situar así edificaciones que aún no estaban colocadas en el mapa militar que teníamos, y que luego nos serían indispensables para disponer de las enfilaciones necesarias. Averiguamos asi, mediante el conocimieto detallado de la costa, y de los accidentes geograficos situados en el mapa, las" probables" enfilaciones o "señas".    

Trasladamos al mapa que presento las distancia de radar que nos proporcionaron los profesionales y situamos en él los posibles hundimientos de barcos. Con todo esto sabíamos aproximadamente, antes de salir a buscarlos, las "señas" que tendría cada barco hundido.

Con eso, con el conocimiento de la profundidad en la que estaban (proporcionada por nuestros informadores) y con el rumbo calculado en el mapa, salimos a buscarlos.

Bajo: Montes al Sur de Torrevieja, que junto con las fotos de los montes al Oeste y Norte de la costa de Torrevieja, nos servían de señas que tanto nos sirvieron inicialmente para los hallazgos de pecios.

 

 

 

Señas

1 Monte Escucha.-2. Atalayón o Junquet (Junquito).- 3 Farallón.- 4.Las mamellas o Cabezo de los Martínez 5 Isla Grosa.-6.La mamella de mas tierra en el golfetón de la isla. 6 b Junco 7.-Las “punchosas “ 8 Isla del Barón (imagen algo mas oscura, esta dentro del Mar Menor.-.9.Es llamada localmente como la montañica. 10.-Alto de la montaña del Sancti Spiritu

Bajo: dos secciones de un enorme mapa del ejercito 1/50.000 en el que constaban edificios y accidentes geográficos y donde colocamos las distancias de radar suministradas y que, estudiado hasta la saciedad, nos ayudó a colocar los hundimientos .

 

 

(Vea más abajo los nombres reales, suministrados por el Lloyd´s y la Asociación de Submarinistas de Murcia)

 Y empezamos a salir ilusionados por la pesca que podríamos hallar sobre estos pecios. Fueron días de mucho navegar, a veces llenos de desengaños y frustraciones, pero otros encontramos barcos en los que gozamos como nunca, ya que hicimos pesqueras fabulosas. Una de las más notables la logramos en el vapor “de la Audiencia ” hundido a unas 17 millas de Torrevieja consiguiendo 34 pargos entre medio y 5 kilos junto con algunos besugos de dos a 3 kilos y chernas. Fue en este mismo barco cuando Augusto a bordo de la “Reme” hizo una pesquera fabulosa de 40 enormes pargos.

 

Primera pesca del "Chambel " sobre el Vapor de la "Audiencia" 1988. En ambos costados, junto a las bordas, besugos y pargos menores .

 

Aspecto parcial de la segunda pesquera en este mismo pecio.

EL VIAJERO de los hermanos Ramón y Joaquín Blanco fue el primer barco deportivo que instaló el radar a bordo. También hizo él, en aquella época, pesqueras de ensueño. Junto a los Blanco, en 1989, nos lanzamos a la búsqueda de pecios descubriendo para la pesca deportiva vapores como el que llamaron ellos “el canijo” (cerca de la “Audiencia”) dado su pequeño tamaño o “el del teléfono”. El verdadero nombre de éste es “Stanfield” y está hundido en el límite de la reserva de la Hormiga. Su peregrino nombre lo pusimos porque los datos proporcionados por Manolo Juárez me los trasfirió mi hermano “por teléfono” y lo investigamos en el mapa que hoy presento.

 

Parte de una buena pesca de los Blanco. Lo que parecen dentones, al menos el del centro debe ser una sama de pluma (ver la aleta dorsal)

 

Pronto otras embarcaciones como “El Pillo” con el Macoco e Ignacio descubrieron el vapor que lleva su nombre. La “Reme” se incorporó a la búsqueda “ destapando” entre otros el vapor de las piedras de “Corea” -a unas 5 millas por fuera de Tabarca-( que nosotros nominamos como el 48 por el numero de orden de información recibida) pescando también “el vapor del asufre” cerca de la Hormiga.

Bajo, una increíble pesca de pargos a bordo de la REME de Augusto Germán pescando un pecio.

 

 

Descubrimiento del Vapor del ESPADA

La historia de la primera pesquera (por cierto fabulosa), encima del “vapor del Espada”, tiene su gracia.

Ramón y Joaquín Blanco habían descubierto unos días antes un vapor que quisieron que pescáramos por primera vez,( en un gesto de amistad que les honra), las tripulaciones del “Viajero” y “Chambel” juntamente . Al salir del puerto, nos dimos cuenta que el “Espada” nos seguía a toda máquina, por lo que variamos el rumbo navegando “por tierra” para despistarlo.

Ya en aguas próximas comprobamos que había barcos pescando en el recien descubierto, vapor de Ignacio. Dada la proximidad de éste con el vapor descubierto por los Blanco,( QUE NO ERA OTRO MAS QUE EL LLAMADO LUEGO EL DEL ESPADA) decidimos dejar para otro día la pesca sobre ese nuevo vapor para “no levantar la liebre”. Nuestra sorpresa y “mosqueo” fue ver, que el muy ladino del “Espada” que no había perdido nuestro rastro, daba vueltas y se fondeaba a un par de millas antes de llegar al vapor de Ignacio. Al principio pensamos ¿Será posible...? Luego, al verlo un rato fondeado, tuvimos la certeza !Lo había descubierto el muy zorro! Levantamos rápidamente el hierro y nos largamos para allá. Cuando llegamos, con una sonrisa socarrona nos dijeron que llevaban ya !3 besugos de de 2 a 3 kilos y un pargo de cerca de 4!

 

Pesquera posterior sobre el Vapor del Espada. Gallos enormes brotolas y algun pargo.

 

Hoy día gracias a la colaboración de muchos y los hallazgos de otros, tenemos localizados 23 hundimientos en profundidades que oscilan entre los 45 y los l80 m.

Nombres auténticos de alguno de los pecios hallados

Según datos de la : Compañía Lloid´s, y procedentes de A. Rojas Penalva (http://club.telepolis.com/elmercurio/sirio.htm) y de la Asociación de submarinistas de Murcia, alguno de los barcos hundidos en la zona de Cabo de Palos son:

Minerva . Hundido en 1899 en el Bajo de Fuera. Sus restos se encuentran a una profundidad de entre 30 y 50 metros, junto al islote de la Hormiga.

North America . Hundido en 1883 en el Bajo de Fuera. Sus restos se encuentran a más de 45 metros de profundidad, reposando sobre el costado de babor cerca del anterior.

Primo . Vapor italiano hundido el 17 de diciembre de 1916 en las Hormigas. Ser hicieron trabajos de extracción en 1940.

Atlantic City . Vapor norteamericano hundido el 12 de septiembre de 1917 a tres millas al Sudeste de las Islas Hormigas. Se encuentra a 100 metros de profundidad.

Gilsa. Vapor noruego hundido a cuatro millas de las Hormigas el día 10 de enero de 1917. Se encuentra también a unos 100 metros.

Urd. Vapor inglés que se hundió el 12 de septiembre de 1917, como el Atlantic City, y a unas cuatro millas al Sur de las Hormigas. Está a una profundidad de 100 metros.

Lillia Dubild . Vapor italiano naufragado el día 13 de octubre de 1917 entre El Estacio y la Isla Grosa, a tres millas de la costa. Se hundió en 35 metros de profundidad.

Dospina Michalinos . Vapor griego que se hundió un día después, el 14 de octubre de 1917 entre las islas Grosa y Hormigas a unos 70 metros de profundidad.

Doris . Vapor italiano hundido el mismo día cerca del anterior.

Nitza . Vapor griego hundido también en las Hormigas.

Wilmore . Vapor americano que naufragó el 10 de septiembre de 1917 a cuatro millas al Sur de las Hormigas y se hundió a 90 metros de profundidad.

Stanfield

Desconocido . Un vapor francés de nombre desconocido se hundió en octubre de 1918 a 12 millas de Cabo de Palos y a más de 100 metros de profundidad.

Carbonera . Buque de carga de carbón, hundido en la primera guerra mundial a una profundidad de entre 35 y 45 metros.

Kansega . Vapor inglés hundido a 1 milla al Nordeste de las Hormigas a unos 60 metros. En 1940, otro vapor italiano realizó trabajos de salvamento del Kansega y del Primo.

Monte Toro . Vapor español que se hundió el 7 de agosto de 1937 en la Laja del Farallón de la Isla Grosa.

Isla Gomera . Buque de carga, popularmente conocido como Naranjito por su carga de naranjas, hundido hacia 1950. Se encuentra a una profundidad de entre 27 y 44 metros.

Turia . Vieja embarcación de minas de madera, hundida en 1999 por la Marina española.Se encuentra entre 27 y 33 metros de profundidad.

Sirio : Trasatlántico hundido en el bajo de la Hormiga.4--8-1906 .

Ville de Verdún: Hundido por un submarino alemán a 4 millas de la playa de la Mata, en 54 metros de sonda. Es llamado localmente “ el vapor de los cacahuetes

 

Las anclas que utilizamos son rezones con brazos algo flexibles que nos permiten desengancharnos en caso de enroque y que, además, van entalingados por la cruz en vez de por el arganeo, sujeto e ste a la cadena por una ligada.

Siempre balizamos previamente el pecio antes de pescarlo. La boya nos ayuda a saber la dirección de la corriente por la estela que esta deja y además nos facilita el fondeo sobre el vapor.

En cuanto a los aparejos a utilizar, en lo único que se diferencian de los normales de volantín, es en la colocación del anzuelo próximo al fondo; este lo ponemos alrededor de medio metro por encima de la plomada para disminuir los enganches por otra parte muy frecuentes.

Una pesquera inolvidable sobre un pecio al este de Cabo de Palos

 

"Ese día se ven las “ señas” (enfilaciones), pero ya no eran, como antes, imprescindibles ya que a bordo tenemos el G.P.S. y la localización del vapor está ya procesada. Por ello lo encontramos rápidamente.

 Más laborioso es el fondear con precisión dada la profundidad ( 115 metros ), la corriente y el viento existente.

 Habíamos averiguado que este barco, como otros existentes en la zona de Cabo de Palos, fue hundido por submarinos alemanes que operaban en esta área, durante la Primera Guerra Mundial.

Nada más fondear, empezamos a coger besugo, que alcanza en estas aguas hasta 3 kilos. Aquí no quedan ya estos ejemplares, pero la pescas de besugo de 200 a 400 gramos es incesante. Los barcos, el “Chambel” y “Le Mistral”, están fondeados casi juntos. Se pesca con trozos de calamar y de alacha.

Además se cala con cebo vivo (besugo de unos 200 gramos ) algún aparejo con cable de acero en busca de piezas grandes. El primero en clavar una fue a bordo del Chambel logrando sacar un congrio que dio en el peso 22 kilos.

Al poco, emoción en Le Mistral, pues han enganchado también una pieza que tira como un demonio y no pueden despegar del fondo. Los vemos turnarse en la recogida del volantín; los oímos bromear entre nervios y emoción contenida y, tras quince apasionantes minutos de recoger y ceder línea, vemos que esta se separa de la embarcación,,

De pronto, a unos l5 metros irrumpe bruscamente en la superficie calmada del mar, el cuerpo de un gigantesco pescado."

Era una tremenda cherna. Nervios en los instantes finales, gancho dirigido a la enorme boca abierta y esfuerzos de Luis y Federico para meter a bordo un soberbio animal cuyo peso e n la báscula , fue de 87 kilos.

Bajo una gran pesquera sobre uno de los ultimos pecios descubiertos, al este de C. de Palos, esta vez por el barco CALAS

 

Ver vídeo sobre imágenes de un pecio.

Otras técnicas de localización: LORAN y GPS

Cómo localizábamos antaño los pecios. Uso de "señas" o enfilaciones Ver

Nueva técnica para la más exacta localización y pesca sobre pecios y zonas de pesca

Con la colaboración de José Manuel Medina, patrón del "Avizor". Publicado en 2015 y revisado en 2013.

Llevo largos años pescando sobre pecios. Inicialmente como he dicho en algún lugar de esta página, los localizábamos solo, mediante rumbo, distancia aproximada y señas o enfilaciones, por lo que solo podíamos pescarlos en los días en los que edificios y montañas se divisaban con nitidez.

Posteriormente utilizamos el Loran C, que en nuestra zona tenía un error de mas de 150 metros, por lo que la localización de pequeños pecios era aún algo problemática. Posteriormente a partir de los años 90, utilizamos el GPS bien conocido y preciso hoy día, pero que al comienzo tenía un error que a veces llegaba a los 60 a 80 m.

En cualquiera de los casos, una vez hallado el pecio, lo balizábamos con una boya (en la que iba enrollado una línea del 70 y un buen trozo de plomo para fijar su posición) y dejábamos el barco a la deriva para averiguar la corriente y cómo se "aprovisaría" (según expresión local), el barco. Era y es, de todos modos, difícil fondear correctamente, cuando la corriente desplaza mucho la baliza mientras cae, o si la corriente y el viento son algo intensos o de direcciones encontradas. Entonces el comportamiento del barco y la dirección que toma no es igual fondeado o mientras deriva libremente, ya que la corriente también afecta al cabo de fondeo especialmente si éste es algo grueso.

Todo ello hace, que la pesca sobre pecios, incluso hoy en día, sea una verdadera aventura, en la que, pese a la experiencia y tesón, el fondearse bien y pescar con resultados se convierte casi en una afortunada casualidad - y más hoy día en que los pecios están mas que "tocados" y esquilmados-. Además de todo ello, deberá el pescador estar dispuesto a perder muchos aparejos, así como también el ancla o incluso el cabo de fondeo.

Nueva técnica

 

A la derecha, imagen de un barco hundido en 89 m de sonda, cuyas estructuras se alzan, en este ecograma, por encima del fondo, hasta los 80 m. La imagen oscura corresponde al casco del carguero, con diferentes niveles.

A la izquierda, "balizamiento electrónico". El pecio una vez recorrido por encima en zig-zag- línea tenue roja-se baliza con marcaciones en amarillo (letras a,b,c. en verde). La marca amarilla mas alta posición del barco en un momento que se le dejó derivar y la linea amarilla indica la dirección de la proa del barco para volver al pecio, indicando así la direccion de donde viene la corriente. En este caso, el pecio está colocado de este a oeste y la deriva iba del SE al NO
En la pantalla el norte está arriba y la amplitud de la misma recoge una superficie marina de 0,12 Mn X 0,12 Mn.
La linea de flechas en azul marca el rumbo desde el puerto base al pecio.

El plotter y GPS de mi barco era (cuando escribí este artículo), de hacía unos años y no tenía la precisión y tecnología actuales, que localizan la situación de los pecios, a menudo con error menor de una decena de metros.
Fue a bordo del "Avizor", dotado de un aparataje mas moderno, y patroneado por mi experto amigo José M. Medina, cuando tuve ocasión de aprender la nueva técnica que he explicado brevemente con la imagen colocada mas arriba.

Localizado el pecio

Una vez localizado el pecio, se recorre para averiguar donde está la proa y la popa ( quiero decir donde empieza y donde termina el barco hundido), balizando así los dos extremos y la parte central. Con esto tendremos exactamente la dirección en la que yace en el fondo. Si se quiere afinar mas, después se puede atravesar y marcar también con dos puntos la manga (o el ancho de la imagen del costado en el que reposa en el fondo). Así siempre sabremos, cuando nos fondeemos, si estamos encima o muy próximos al menos a la estructura del pecio.
Una vez "balizado electrónicamente", nos ponemos en la vertical del pecio, sin máquina, durante unos minutos, marcándose así en la pantalla del plottter, la deriva que experimenta como consecuencia de viento y corriente. También, con un poco de práctica, se puede averiguar si es o no intensa y si va a valer la pena fondearse o no, ya que con corriente intensa o viento fresco perpendicular al pecio, estaremos condenados a no poderlo pescar, ya que nuestros aparejos, aunque estemos fondeados encima del pecio, irán a parar fuera de él siendo mas problemática la pesca.

Como interpretar una sonda moderna

 

Modelo de sonda moderna combinada con GPS, utilización de la sonda.

Fotos antiguas Puerto

Faro en 1900. Antiguo "faro" anterior a 1924 en lo que fue un baluarte, en la entrada del actual dique de levante. El poste y farol actuaban de faro.

Paseo y faro al fondo. Foto: Imprenta de A. Rebagliato.

1.900. PUERTO PIOJO y gran cantidad de cabañas. Al fondo el antiguo cuartel al lado de donde estaba el baluarte.

 

Cala Cornuda y Puerto  Piojo. Detrás se divisa el antiguo faro.

 

Mujeres lavando en la punta Cornuda. Foto: A. Darblade – Colección F. Sala Aniorte

Playa junto a Puerto Piojo.

Playa del Cura. Año 1900. Foto: Archivo F. Sala

Vista desde el Casino a comienzos del siglo XX. Aparcamiento frente al edificio en 1920.

Comienzo de  la construcción del puerto en 1924.

Primeras rocas vertidas con ayuda de barcazas y remolcador, años  1924-5.

Puerto en construcción. Foto: Darblade-Conesa

Numerosos barcos en la bahía por aquellos años. Visto desde la Iglesia.

Multitud de veleros. El puerto ya estaba construido.

Caseta de salvamento junto a donde está hoy el Club Náutico y el restaurante Miramar. Año 1919.

Cala Cornuda

Varadero que existía a la izquierda del muelle Mínguez (a la derecha).

Botadura del Joven Mariano

Construcción del dique de levante.

Obras construcción del dique de levante. Año 1936

Puerto en 1940

 

Aduana, año 1940

Vista aérea de Torrevieja en 1936. Cuadriculado casi perfecto de sus calles. A la izquierda Cabo Cervera. A la derecha, las Salinas.

Vista aérea de Torrevieja en el año 1950.

Vista aérea de Torrevieja en abril de 1950

Vista aérea de Torrevieja en el año 2000.

Vistas del Salaret y calas del Torrejón

Vista del puerto y dársena pesquera . Año 2001

Paseo de la escollera. Año 2008

Buceo de un pecio en Cabo Palos

Buceo en Cabo de Palos 2020 - 2021

Belriska

Buceo en la Reserva marina de Cabo de Palos / Islas Hormigas y en los pecios SS Standfield y Naranjito. Un espectáculo de vida en el mejor lugar de buceo de Europa. Diving in the Marine Reserve of Cabo de Palos / Islas Hormigas and the SS Stanfield and Naranjito wrecks. An amazing explotion of life in the best European diving spot. Grabado con GoPro Hero 7 Black

Pulse aquí

Imágenes submarinas del pecio Stanfield (2018)

Stanfield00:49:2126/07/2020

SINOPSISEl Stanfield, era un imponente carguero con 115 metros de eslora y 15 de manga, desplazaba más de 3 toneladas y una tripulación de 29 personas. En el momento de su hundimiento transportaba carbón para el ejército italiano desde EEUU.

Histórico de emisiones:
18/11/2018

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Pescando sobre el Ville de Verdún

En portada una de las primeras samas que conseguimos pescando en este pecio con Federico, mi hermano, Manolo Martinez ,Rate Lidón, y el autor

Fue hace ya muchos años cuando un gran amigo, Vicente “ el campellero”, viejo lobo de mar, me indicó la localización exacta del hundimiento de este barco.

Era conocido de antaño como “el vapor de los cacahuetes”, ya que tras su naufragio, se llenaron las playas cercanas de semillas de cacao, confundidas inicialmente con cacahuetes. Revisando las revistas de aquella época - concretamente en un Blanco y Negro - dimos con la historia de su hundimiento.

Eran los años de la Gran Guerra( 1914 - 1918) . Los alemanes habían iniciado la lucha submarina atacando el tráfico marino de los aliados. El “ Ville de Verdún” navegaba cerca de las costas de Torrevieja cuando fue obligado por un submarino alemán a poner proa a tierra. A cuatro millas de Guardamar se le permitió evacuar la tripulación que se dirigió a la cercana costa, antes de ser enviado al fondo del mar.

Desde aquellos años, dada la riqueza marina de nuestras aguas, se generó sobre este pecio una eclosión de vida marina con una gran variedad de especies, como pudimos comprobar con el paso del tiempo.

Después de la información de Vicente acudíamos a pescar allí de un modo esporádico. Pronto comprobamos que al amanecer o en las primeras horas de la noche, se producían ataques de piezas tremendas que de ordinario rompían las líneas de pesca o incluso las cañas. No era raro estar sacando una corva y, de pronto, sentir un toque brutal, y al terminar de cobrar nuestro aparejo, y veíamos que el pescado venía mutilado habiendo desaparecido medio cuerpo.

No disponíamos entonces de Loran o G. P. S. sino únicamente de sonda y brújula, por lo que solo podíamos acudir allí en días claros en los que se veían las  “señas”. Pronto descubrimos que también podíamos encontrar el vapor en la noche, enfilando determinadas luces de una urbanización próxima, (la que está junto a la Residencia que conocemos como “el tío Chús”), conjugando además tiempo de navegación, rumbo desde el puerto y profundidad marcada por la sonda.

A las 4 de la madrugada de aquel día de septiembre, desatracamos de los muelles del R.C.N. de Torrevieja nuestra embarcación “Chambel”, enfilando la bocana del puerto. El parte metereológico daba variable fuerza 2-3. Era un placer navegar con la mar en calma acariciados por una suave brisa de tierra. Nos dirigimos a 7 a 8 nudos hacia el próximo cabo Cervera desde el cual pusimos rumbo 45º. Una hora mas tarde estábamos en la profundidad adecuada. Era preciso llegar de noche, pues a las 6 de la mañana apagaban las luces de la urbanización cercana y nos quedaríamos sin la enfilación necesaria para encontrar el vapor antes del amanecer.

Ya de camino, Federico, Manolo, Rate y yo preparamos las cañas y aparejos. Los terminales de éstos, eran de cable de acero de 40 libras; los anzuelos del 6/0. Pasamos con una larga aguja los cebos (caballas muy frescas o alachas grandes) dejando fuera sólo la punta del anzuelo.

Localizamos sin mucha dificultad el vapor. Seguidamente lo balizamos para averiguar la dirección de la corriente, fondeándonos a continuación. Con ilusión y ansiedad lanzamos a fondo nuestras caballas. Recordábamos tantos ataques y aparejos rotos...Ese día  sí que íbamos bien preparados.

Imagen del vapor en la sonda

Dejamos los carretes casi libres para que cuando picaran tragaran fácilmente el cebo. Y empezó la espera tensa…

Al poco amanecía. En ese instante un carrete empezó a piñonear lentamente primero, para chirriar inmediatamente  con estridencia. !Era el mío! Durante unos segundos dejé salir la línea con los nervios a flor de piel. Apreté luego el freno del carrete, levantando a continuación bruscamente la puntera de la caña para clavar. Entonces “ aquello” se puso en marcha de verdad. La caña se arqueó y el carrete perdió línea rápidamente. El bicho aquel tiraba de una manera endiablada y corría como una locomotora. La caña era dura, la línea del 60 y el terminal de acero. No era probable, si estaba bien clavado, que se fuera. El temor que tenía era que pudiera rozar mi línea con el viejo casco del vapor o que me vaciase el carrete. Cuando podía cobrar yo algo de sedal, él me sacaba a continuación el doble. Este valiente animal no era, evidentemente, ni un congrio, ni una sama, que eran los habituales huéspedes del “Ville de Verdun” Aquello corría como un demonio, y a pesar de tener casi el freno del carrete a tope, veía con alarma las últimas espiras de línea en el fondo del mismo.

En este instante, el carrete de Manolo empezó a chirriar también.

-¡Déjalo en banda, que se ha liado con mi línea!- le grité nervioso. Rápidamente lo hizo, pero al poco comprobó que cuando yo tenía casi inmobilizada mi presa, su carrete cantaba desaforadamente. !Tenía clavado él, otro! Yo llevaba ya veinte minutos de lucha con el mío; debía subirlo rápidamente para que no se cruzaran las líneas. Era el momento adecuado, pues las salidas del animal que tenía yo clavado eran cada vez más cortas. Apreté un poco más el freno del carrete y empecé a cobrar con más fuerza. El sol, que estaba ya por encima del horizonte, hizo brillar allá abajo, a diez o 15 metros, un pez plateado enorme. - !Es una lecha!- dijo Federico. Pronto pude subirla a la superficie. Rate cogió el gancho y de un certero golpe la clavó, y entre él y Federico la subieron a bordo.

Arriba,, lecha o seriola mía recién salida del agua

Las piernas me temblaban aún, pero estaba radiante de gozo mientras aquel soberbio ejemplar de serviola se debatía en cubierta.

Entretanto, Manolo luchaba con su pieza. Debía ser tremenda porque apenas podía recogerle línea. Más tranquilo que yo, bregaba con aquel animal disfrutando aquellos momentos. Su faena duraba ya media hora cuando logró levantarla cerca de la superficie.

Manolo luchando con su presa

En una de sus últimas carreras se dirigió hacia proa, viendo nosotros con horror cómo la lecha daba la vuelta al cabo de fondeo. Menos mal que estaba ya vencida. Viramos rápidamente el molinete para cobrar cabo con lo que pudimos acercarla al alcance del gancho. Un buen golpe del mismo y otra pieza soberbia a bordo. Era también una serviola mas grande que la mía, que dió en el peso 24 kilos sobre los 20 que tenía la que yo había conseguido.

A las 7 y media de la mañana ya llevábamos pues, dos preciosos ejemplares a bordo. Estábamos locos de alegría y con la esperanza de conseguir alguna más, ya que en la sonda, a unos 20 metros de la superficie del mar, se veían de vez en cuando, algunas marcas intensas que no eran de los habituales besugos o tres colas. Eran “ellas” por supuesto.

Aún Manolo tuvo otra emoción. Esta vez fue un tirón brusco y corto distinto de los anteriores. Clavó rápidamente y empezó a cobrar. Le costó mucho despegarlo del fondo, pero luego, tras cortas huidas hacia la profundidad, poco a poco fue elevándola para, en unos diez minutos, tener una espectacular sama al alcance del gancho.

Bajo la impresionante cabeza de una sama macho

A las 10 de la mañana dimos por terminada aquella memorable jornada de pesca.

Allá abajo a 54 metros de profundidad, yacía el viejo “Ville de Verdún” cubierto de corales, anémonas, gorgonias y rodeado de una prometedora y abundante fauna formada por lechas, congrios, samas , corbachos…Un mundo silencioso y maravilloso capaz de colmar los sueños e ilusiones de los pescadores mas apasionados.

Torrevieja verano de 1.987.

Ver otras samas conseguidas a lo largo de aquellos años pescando sobre el mismo pecio. Bajo Antonio con dos samas consguidadas a bordo de su lancha

Un pesca afortunada a bordo del CHAMBEL al poco de empezar a pescarlo, allá por los años 80

Naufragios. Área de Cabo de Palos. Cerca de la tragedia

Reeditado 2023

Arriba, parte de los hundimientos ( desde 1914 a nuestros días) del área de Cabo de Palos. Tenemos datos suficientes suministrados por arrastreros que faenan en la zona, para sospechar la existencia de por lo menos 7 u 8 más.

Nombres locales dados a estos naufragios

1. Vapor del carbon de tierra en 44 m de sonda.

2. Vapor del Carbón en 48 m. Es el "Thordissa o Carbonero"

3. Vapor de Cabezos encopados en 150 m.

4. Vapor del Estacio o de los Blanco, frente a Calnegre. Profundidad aproximada: 45 m. Probablemente es el Turia.

5. Vapor del Teléfono. Profundidad aproximada: 55m :"Standfield"..

6. Vapor del frontal. Profundidad aproximada: en 90 m

7. Vapor Canijo. Profundidad aproximada: en 90m.

8. Vapor Audiencia. Profundidad aproximada: 90 m

9 Vapor del Espada. Profundidad aproximada:110 m aprox. Se trata probablemente del "Despina Michalinos"

10 b y 16:.Vapor de Rosa Maria Juarez .en 110 m. A una Mn  y 1/2 al Sur existe otro "el del Calas" en 115 aprox. Alguno de ellos es el" Gisla"

11. Vapor de Ignacio. Profundidad aproximada: 125 m.

12. Vapor Pico Pato en unos 180 m

13 y 14. " Sirio" y otros junto al bajo de fuera en 54 y 60 m. de sonda, como el " Nord America" y el "Minerva"

15. Vapor del Calas

16. Naranjito en 38-41 m. Es el Isla Gomera

Nota. Las profundidades de algunos pecios son  aproximadas.

¿Porque me he decidido a ampliar esta página de los naufragios?

Hace poco entré en una estupenda y documentada página de unos amigos del C.I.M.A.S a los que conocí en circunstancias que pudieron ser trágicas. Hace de esto unos 13 o 14 años pero aún lo recuerdo con escalofríos.

Cerca del drama

Estábamos pescando sobre un vapor, ( no hacía mucho tiempo descubierto conjuntamente por las tripulaciones del "Viajero" y del "Chambel"). Dicho pecio lo habíamos bautizado con el nombre de "el del teléfono" por la curiosa circunstancia de que sus datos, me los había trasmitido por ese medio mi hermano, procedentes de Manolo Juarez, un pescador profesional de Torrevieja. Aquellos consistían en distancias de radar que había yo trasformado en enfilaciones con ayuda de un mapa militar del que ya he hablado en otra pagina de esta Web.
Dicho pecio esta hundido, parte de él en 53 m de sonda , hundiéndose, al estar apoyado en una ladera, hasta los 60 m de sonda.
Su nombre verdadero, segun nos rebelaron nuestros amigos del CIMAS es el "Stanfield"
Cuando llegaron los submarinistas, habíamos pescado unos cuantos pargos frecuentes en este pecio, una brotola y unos congrios, pese a la gran corriente que había aquel día. Nos pidieron permiso para sumergirse y aceptamos gustosos a cambio de que nos proporcionaran información del mismo.
Nos brindamos incluso a estar vigilantes hasta que emergieran por si se presentaba algún incidente, por lo que fondearon seguidamente su barco cerca de nosotros. Una vez preparados se sumergieron todos, sin dejar a ninguno de guardia, Les dijimos que puesto que estábamos nosotros en la vertical del pecio, podían utilizar nuestro cabo como guía y apoyo.Todos eran expertos buceadores menos uno de ellos que estaba aún en fase de aprendizaje. Fue este al que pudo causar el drama.

Nos había dicho que tardarían como una hora, teniendo que hacer descompresión necesariamente durante cierto tiempo a unos 40 m y posteriormente a unos 10 o 15. Nuestra sorpresa fue ver aparecer, mucho antes del tiempo señalado, a uno de ellos a bastante distancia del Chambel Dos, a sotavento de la corriente, dando señales de estar en apuros, al no poder superar, nadando, la corriente existente.
A todo esto, veíamos en la sonda unas manchas ( ver mas abajo) que sugerían que el resto de submarinistas se hallaba colgado de nuestro cabo de fondeo a distintas profundidades. Rápidamente atamos una gran bolla al cabo, poniendo nuestro barco en marcha para buscarlo. Después de unos cuantos angustiosos minutos (ya que pensábamos si le habría ocurrido algo) pudimos subirlo a bordo.
Aparentemente se encontraba bien aunque nos confesó que había pasado apuros allá abajo . Rápidamente volvimos al sitio donde teníamos balizado el barco. Unos 15 minutos después fue saliendo todo el equipo algo alarmado al no ver a su compañero con ellos. Rápidamente subieron a su barco, recogiendo al compañero que estaba con nosotros desde donde partieron a toda máquina hacia Cartagena para someter a su compañero a una descompresión gradual en una cámara hiperbárica.

Unos días después nos llamaron a su Club en Murcia, donde nos colmaron de atenciones, y donde intercambiamos información sobre los numerosos pecios que conocían ellos y nosotros

Imagen en la sonda grafica de un vapor

Curiosa imagen de los submarinistas en la sonda, bajo de nuestro barco, en 35 y 20 m. de sonda y ascendiendo. En el fondo no se ve el pecio ya que la corriente nos desplazó fuera de la vertical del mismo.

En su página podrán encontrar la mas amplia información de que se dispone en la web, acerca de estos hundimientos, que en su mayoría datan de la Primera Guerra Mundial. Han tenido acceso a algunos documentos que reflejan los libros de bitácora de algunos capitanes de los numerosos submarinos que operaron en la zona. La información de estos no es muy precisa como podrán comprobar, por lo que pese a los esfuerzos que he hecho para identificar, cada uno de los pecios con datos de profundidad y situación que ellos dieron y que yo tengo con precisión ( por haberlos localizado a bordo de mi barco con la ayuda de otros), no me ha sido posible hacerlo mas que en el plano de conjeturas, salvo los que ellos habían identificado en sus inmersiones y que yo he subrayado en rojo en el cuadro arriba colocado.

Imagen el carguero Thordisa tomada de la página web de CIMAS, a la que pueden acceder buscando en la sección "Pecios de nuestra costa en la página http://www.clubcimas.com

Treinta años de pesca sobre pecios. Ville de Verdun

PESCANDO SOBRE BARCOS HUNDIDOS. 

Hace unos treinta años, mi hermano Federico y yo a bordo de una embarcación de madera de 8 m de eslora llamada el Chambel, con un motor de 45 CV , nos aficionamos a la búsqueda de pecios, al descubrir las enormes posibilidades de pesca que tenían los naufragios.
Inicialmente, durante los años 1985 al 87 solo conocíamos uno: el llamado en Torrevieja "vapor del "cacahué" cuyas señas o enfilaciones nos la proporcionó un viejo lobo de mar, Vicente el Campellero. Pero esta es otra historia, que cuento en otra parte de esta web. En los años 88 y 89 mediante una paciente investigación y con ayuda de otros deportivos, localizamos nada menos que 22 pecios . En algunos de ellos hemos hecho pesqueras increíbles acompañados de otros colegas, como Rate Lidón, Antonio Ruíz, y Manolo Ruiz el marqués Luis Eizmedi, Manolo M. Galiano, Marcos, M. Gómez y posteriormente mi primo David bordo del Chambel o Le Mistral.

 

 

Nuestro compañero Marcos con esta impresionante sama macho  de 15 kg.
                      Nuestro compañero Marcos con esta impresionante sama macho  de 15 kg
   En este pecio, hundido a 4 millas de la costa por un submarino alemán en 1914, logramos en el 1986 y 1988, 19 samas de un peso entre 11 y 15 kilos, habiendo días de lograr dobletes tripletes y hasta 4 samas en una mañana.
   Las pesqueras las hicimos al principio muy discretamente (sacábamos el pescado en cofas tapadas) para preservar el pesquero. Saliíamos del puerto a las 4 de la mañana y localizábamos el barco simplemente con rumbo, tiempo de navegación, profundidad y algunas luces luces de la costa que nos servían de enfilaciones. Entonces no disponíamos ni de Loran ni Radar El aparejo que utilizábamos era hecho con un solo y gran anzuelo  empatillado en el que encarnábamos una enorme caballa o alacha lanzada a fondo. Así logramos también 3 seriolas de 15 a 24 kilos y 3 meros de 5, 16 y 20 kilos, logrando 3 récord del Club en sama, mero y seriola . Hace pocos años logramos también un dentón de 8 kg.
 
Arriba, imágenes en la sonda del pecio, navegando a través de él, y ya fondeado soltando cabo. A la derecha el autor con un bogavante de 4 kg
 
 Samas macho de 15 kg ,posible récord del club. Bajo, Antonio con dos samas de 13 kg hembras. a bordo de su pequeño barco de 5 m.  Año 1987
 
Extraordinaria capturas de estas 4 samas pescadas durante la noche. Bajo otros ejemplares
                     
Arriba, mi hermano como patron con otras dos samas
Mero de 18 kg logrados en 1988,con una boga viva junto al Ville de Verdún. Bajo David con un enorme dentón
     Otra extraordinaria pesquera :Dos lechas de 2o y 24 kg y una sama de 14. 1988.Todas estas soberbias capturas lo fueron pescando sobre el mismo pecio, a lo largo de los años
El último mero conseguido. Lo muestran Antonio y David, habituales compañeros del Chambel