Datos biológicos. Diferentes técnicas de pesca de llampuga y pampoles
Pescando pámpoles. (Ver una imagen del mismo arriba) Aquella mañana de Julio de 2010 íbamos pescando al curricán, cuando al pasar cerca de una gran estacha flotando encima del agua, tuvimos toques y clavadas repetidas de llampugas
Intentamos entonces otro tipo de pesca que se tornó rápidamente productiva y muy divertida. Retiramos primeramente los curricanes y nos acercamos a la estacha o cabo muy grueso enmarañado y flotante. Detuvimos el barco y lo dejamos a la deriva. Con ayuda de un bichero y un pequeño cabo, amarramos aquella junto a la popa. Pronto, en torno al “Chambel” y bajo su sombra, vimos mas de un centenar de pámpoles.
Empezamos a pescar a continuación de otro modo. Uno de nosotros, con caña y sedal en el que iba un señuelo plomado en forma de pez brillante, los excitaba haciendo que el pececillo metálico subiera y bajara, dando pequeños tirones bruscos. Otros pescamos con chambeles finos sin plomo y anzuelos cebados con trocitos de no importa qué clase de pescado. Pronto un alegre tamborileo en cubierta y unas decenas de peces piloto a bordo dieron testimonio de la eficacia de los dos procedimientos. Al principio eran valientes y confiados. Su forma de torpedo y cuerpo musculoso les proporcionaba una defensa vigorosa, por lo que su pesca resultó muy divertida, haciéndonos con un montón de pámpoles y unas cuantas llampugas.
Ese día tuvimos la gran sorpresa de capturar una cherna juvenil que estaba "abrigada" también bajo de la estacha. Ver bajo
La lampuga, dorado, delfín o mahi-mahi es muy conocida por el pescador deportivo por lo que no me entretendré en su descripción. Solo quiero señalar algunos aspectos interesantes o menos conocidos de su corta vida. Es llamada en la región valenciana llampuga, aludiendo a su velocidad ( de llampo: rayo o relámpago). . Su color verde azulado en el lomo, se torna amarillo oro con incrustaciones de lapislázuli en el cuerpo, para pasar a un desvahído azul a las pocas horas de su muerte.
Como es sabido los machos adultos tienen una cabeza alta y poderosa con perfil parecido a un delfín, por lo que en algunos sitios se les conoce también con este nombre.
Solo hay otra especie perteneciente al mismo género. La Coriphaena equisalis), muy parecida a la anterior y que habita en el Atlántico occidental.
La lampuga es un pez oceánico aunque se acerca también a nuestras costas mediterráneas. Le gusta, como es sabido, ponerse debajo de los objetos flotantes, para apresar los pequeños pececillos que viajan a su sombra, y acechar desde allí a otras presas. Los pescadores profesionales aprovechan este hábito para calar ramas de pino o planchas de corcho sujetas al fondo con una potala. De tiempo en tiempo las cercan con redes para pescarlas.
Se ha comprobado que se reproduce en aguas cálidas, entre 20º y 30º, durante todo el año. Madura sexualmente pronto, entre 4 a 6 meses, teniendo como hemos visto, a esta edad entre 800 y algo mas del Kilo.
Tiene pues un crecimiento extraordinario y un ciclo vital corto. Se sabe que la mayoría solo viven 3 o 4 años. La talla máxima la alcanzan en aguas oceánicas tropicales a los 5 años, alcanzando los 2´10 metros y un peso máximo de 40 kilos (actual récord IGFA).
El récord en aguas Mediterráneas, fue registrado en Alicante (ver foto de mas arriba), durante la celebración de la Copa del Rey. Fue capturado por la embarcación “Wahoo”, patroneada por Pablo Ruiz. Pesó 20,4 y midió 1,26.
Diferentes técnicas de pesca
Las llampugas o dorados se pescan de ordinario al curricán, pero hay unos modos no menos divertidos y eficaces de hacerse con un puñado de ellas. He preferido para hace mas amena la descripción, incluir parte de dos artículos míos publicados no hace mucho en Pesca a Bordo.
Para esta clase de pesca utilizamos 3 cañas. En el centro, a popa, llevamos una de potencia media con línea fina de maxilón y terminal formado por 8 a 9 metros de nylon del 0´60, con quitavueltas y plomo de 150 gramos en la unión de ambas. En la punta del sedal llevamos una rapala de 9 cm. Rh (Red head) en busca de piezas más grandes. Por experiencia sabemos que este señuelo es muy versátil y es atacado lo mismo por agujas imperiales que por pequeñas llampugas de cerca del kilo. En los costados, en sendos cañeros, llevamos dos cañas finas, con pequeños carretes con monfilamento del 0,35 mm y camadas de 2 o 3 metros del 0,40 unidas a la línea por un pequeño mosquetón.
Utilizamos de señuelos, pequeños pulpitos rojos de 5 o 6 cm, cucharillas irisadas y plumas en número de dos o tres por aparejo, separadas por unos 50 o 60 cm. No he quise poner ancorita o potera con estos señuelos para poder desclavar fácilmente sin herirlo si se clava algún pequeño atún. Así podremos volverlo al agua con plenas facultades. Los aparejos de curricán (salvo el central) no van lastrados para poder cobra todo el sedal a punta de caña en caso de clavar alguna pieza. Únicamente, en el interior de cada pulpito, hay un pequeño plomo alargado que facilita el largar línea, consiguiendo además, que al navegar, el sedal quede algo tenso para que el viento, si incide lateralmente, no líe los aparejos. Nuestra marcha de curri es más bien rápida, unos 8 nudos, para explorar más terreno. La llampugas son muy veloces y nos alcanzarán fácilmente.
VER TÉCNICA DE PESCA DE LLAMPUGA FONDEADO