Bajo fotos de bacoretas que alcanzaban ya los 30 cm.

De nuevo a por sorelas y estorninos y (de vuelta) tanteo al curri costero
El dia 21, bien temprano, para no volver tarde, huyendo del implacable sol del mediodia, nos dirigimos al caladero que habíamos hallado dias pasados. De nuevo se repitió la suerte y pasamos una divertida mañana luchando con bonitos ejemplares de estorninos y sorelas cuyo peso oscilaba entre los 300 y 700 gr, que ofrecían una endiablada defensa para su tamaño de 38 a 42 cm (ver bajo. Pulse imagen para ampliar)
Ver bajo, las imagenes de ellas en la sonda, en forma de pequeñas manchas rojas aisladas, en 10 a 15 m de profundidad, que es donde les dejábamos caer los trozos de boquerón anzuelados. A la derecha David con dos buenos ejemplares de estornino y sorela
Bajo el patron, Jose Luis, abatiendo una sorela .
Tenemos la costumbre de limpiar el pescado yendo de vuelta al puerto, Bajo, aspecto de las capturas del día , ya limpias y en agua del mar- A la derecha, un buena ducha nunca viene mal para mitigar el calor estival
Total: un día precioso y divertido
Tanteamos, ya de vuelta, calando dos curricanes con cucharillas y pulpitos. El resultado fue concluyente. El pescado es muy pequeño aún. Me refiero a bacoretas que tenían un tamaño de unos 25 cm y la cria de atunes de este año con un tamaño de unos 20 cm . Todos fueron al agua, como es lógico. Quiero recordar que el tamaño minimo legal para bacoretas es el de 35 cm. Bonitos, no logramos ninguno, pero tengo entendido que los pocos que se pescan están alrededor de los 500 gr. Bajo, una foto de archivo de bacoretas

   Sorelas y estorninos . El día 6 decidimos volver al caladero de sorelas y estorninos( ver mas abajo). También la suerte nos acompañó, pasando unas horas , desde el amanecer a las 11 de la mañana ( en la que el implacable sol y el calor nos mandaron a casa), muy entretenidos.
   Vimos el pescado en la sonda entre 15 y 20 metros, por lo que los pescamos a ese nivel. La tecnica era, dejar caer el aparejo, contando el número de vueltas del manubrio del carrete, en sentido contrario, para colocar los trozos de boqueron al nivel del pescado. Los toques fueron casi inmediatos, y la defensa de estos peces , la mayoría entre 400 y 600 gramos, francamente exagerada para sus tamaños, pasando una mañana muy entretenida.

   A veces al cebarlos con cabezas de boquerón, aparecían casi en superficie, logrando engañar a algunos a ese nivesl, pese a la claridad de las aguas. En otras ocasiones se acercaban a nuestras apetitosas carnadas cebadas en aparejos con lineas invisibles y sin plomos, pero daban la vuelta recelosos, cosa que no hacía cuando el trozo esta libre . Bajo unas cuantas imagenes a bordo del GINTONIC