La Salpa fusiformis también es llamada Maggiore Salpa. Invertebrado perteneciente a los tunicados muy poco conocida por el aficionado
Foto y texto tomado de la web SER 100 publicado en 2019 y remitida recientemente la noticia, por mi buen amigo Menargues (proveniente su enlace, en esa ocasión) de salpas de la costa de Granada donde se han visto con relativa frecuencia en la actualidad, según publica mas recientemente en su página Paloma Peinado
La salpa a la que nos referimos no es ni pez ni medusa. Forma parte, filogenéticamente, a un grupo de animales que se llaman tunicados. Son hermafroditas y su forma de reproducción es la alternancia generacional. Es decir, combinan una fase asexuada con otra sexual. En la primera, se reproducen clonándose y en la segunda, a través de gametos femeninos y masculinos Se multiplican muy rápido.
Se alimentan de fitoplancton que son organismos fotosintéticos. El fitoplancton transforma el dióxido de carbono en biomasa en las capas superficiales de los océanos y las salpas favorecen viaje más rápido a aguas profundas. “Es una suerte que tengamos salpas. Tienen un papel y función muy buena para el ecosistema. Son capaces de alimentarse de bacterias, fitoplancton y pequeñas larvas de zooplancton, atrapan el carbono en éstos compartimentos del ecosistema en forma de pelotas fecales que pesan más y acaban yendo al fondo. Secuestran así el carbono”, explica Laura Prieto, doctora en Ciencias del Mar e investigadora en el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía en Cádiz (CSIC).
Bajo , la mas conocida Salpa salpa o salema (Foto Adriaticnature)