Categorías

Por Andrés Javaloy
1 de enero de 2018

Pescando brótolas

Con frecuencia las encontramos, cuando pescamos sobre barcos hundidos.

Para ello una vez localizado el pecio lo balizamos adecuadamente y una vez averiguada la corriente nos fondeamos. Nosotros – como he explicado en otras ocasiones- utilizamos para estos casos un ancla pequeña – de unos 5 kilos para un barco de 8 metros-dotada de 9 a 10 metros de cadena. Dicha ancla tiene los brazos mas bien blandos y flexibles para que puedan doblarse aunque esté enganchada en los restos del pecio. Además entalingamos el extremo de la cadena en la cruz del ancla, no en el arganeo o anilla, a la que atamos un eslabon de la cadena con una ligada de una resistencia de unos 50 kilos. Eso sí, la porción de cadena entre el arganeo y la cruz debe quedar laxa. Así si se enroca el ancla tiramos con el molinete una vez en la vertical, hasta que rompa la ligada y salga el ancla al revés o se doblen sus brazos.

Toda esta maniobra es porque hay que pescar justamente sobre el pecio, no al lado de él, aunque tengamos muchos enganches y perdamos aparejos, ya que las brótolas apenas se mueven de los alrededores de sus encueves situados en el barco hundido.

Por ello mi consejo es que lleve muchos aparejos preparados y esté dispuesto a perderlos. También se encuentran las brótolas en fondos rocosos muy abruptos, en profundidades de hasta 400 m, siendo para ello necesario como es lógico la pesca con carretes eléctricos.

Es una especie de hábitos nocturnos pero también se pesca durante el día con tal de que el cebo caiga en las proximidades de sus guaridas.

Para fondos de hasta 150 metros empleamos cañas de grafito, con punteros de los mas resistentes, carretes Shimano de buena multiplicación, línea del 0,23 de Fireline de multifilamento y aparejos con sedal del 0,70 mm, al menos, y 3 pequeñas camadas del 0,5 al 0,6 de diámetro. La utilización de estos sedales evidentemente gruesos para los utilizados habitualmente en la pesca a fondo, es debido a que la brótola, cuando come, tiende a esconderse inmediatamente en su guarida situada entre los restos herrumbrosos del barco hundido. El roce de estos con un sedal mas fino rompería la camada yéndose el pescado con un anzuelo quizás alojado en su garganta y perdiendo nosotros tan apreciado trofeo. Siempre empleamos anzuelos del 1 o el 2 Gamakatsu.

 

Cebo: Nosotros la pescamos con grandes trozos de alacha o de calamar, aunque los ejemplares adultos también entran a los pequeños peces que habitan los naufragios (tres colas besugos o bogas) enganchados por el lomo en un buen anzuelo del 3 o 4/0.

La picada de la brótola es brusca y poderosa. Nuestra respuesta, si sospechamos que puede tratarse de una de ellas, debe ser inmediata, cobrando rápidamente línea para evitar que se encueve. Una vez despegada del fondo, podremos comprobar que subimos un gran pez que da escasas sacudidas dejándose izar con bastante facilidad. En caso de enroque, manteniendo la línea en tensión, dé alguna sacudida a su caña o deje algunos instantes el sedal flojo por si percibe algún movimiento. En este caso intente izarla de nuevo con rapidez. De cualquier modo tenga paciencia y no fuerce excesivamente su caña que puede resultar rota. A veces es necesario tirar de la línea manualmente, con ayuda de un guante, para poder desprenderla.

 

¿Deseas contarnos tus historias de pesca y compartirlas con la comunidad de pescadores de Pesca Torrevieja?
Contacta con nosotros
2024 Pesca Deportiva. Todos los derechos reservados.
Desarrollo web por KIPON
crossmenuchevron-down