Reproducción
Es hermafrodita protoándrico Es decir,
es primero macho y luego muchos ejemplares se convierten en hembras
. Para algunos autores, la inversión de sexos ocurriría
-por ejemplo en el Adriático-, entre los 24 y 35 cm, pero en
el Mediterráneo conviven machos y hembras de un mismo banco con
13 cm de talla. Se reproducen sobre todo en los meses de julio y agosto
que es cuando el pescador encuentra los banco mas numerosos, probablemente
porque se agrupan para frezar.
Técnica de pesca
No soy experto en esta modalidad de pesca, entre
otras cosas porque la practico ahora mucho menos. Por eso he querido
traer la opinión de unos verdaderos especialistas en este tema.
Se trata de José Manuel Medina y José Ramón Rodríguez
que año tras año los vemos colocarse en los primeros puestos
de los Concursos de mabre que se celebran anualmente en Torrevieja.

Un buen "rancho" de mabres de dos verdaderos especialistas
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Pesca esencialmente nocturna.
Aunque se puede capturar el mabre a todas horas en sus sitios querenciosos,
( fondos arenosos o limosos en profundidades hasta de 20 a 25 m.),
los ejemplares mayores se pescan de noche, especialmente cuando la
luna llena ilumina los fondos someros sobre los que se desplazan en
busca de alimento.
Por eso precisamente el pescador de mabres
no fondea su barco, sino que lo deja a la deriva o a la “ronsa”,
ya que así hay mas probabilidades de encontrar los pequeños
bancos de peces buscando su comida.
Emplean un barco pequeño un Artaban de 5,5
metros llamao el “Piti” y consideran que para esta pesca
es mejor las pequeñas esloras ya que al tener
menos obra muerta les afectará menos el viento a la hora de
dejarse a la deriva. Sus meses preferidos son los de julio y agosto
que es cuando encuentran ejemplares mayores, al acercarse a la costa
para frezar.
Una vez localizado un banco de mabres, fijan
su posición mediante el plotter o mejor por la sonda o por
enfilaciones de luces de la costa a la que conocen bien de noche.

La pesca del mabre es esencialmente nocturna
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Cañas y aparejos
José Manuel y J. Ramón, pescan siempre con dos cañas
finas y sensibles cada uno, de una longitud de alrededor de 3 metros.
Emplean carretes Daiwa Regal forrados con maxilón de 0,28 mm.
Usan para los aparejos monofilamento del O,35, no empleando calibres
mas finos para evitar en lo posible los enredos en esta pesca a la
deriva y en la oscuridad de la noche. Su favoritos son los anzuelos
rectos, Mustad 515 SS de pata larga, del nº 2 o 3 Con ellos resulta
mas fácil el encarnar la lombriz de beta, su cebo favorito.
En una de las dos cañas, ponen un aparejo con 3 camadas, la
mas baja es de unos 30 cm para que se distancie algo del plomo y la
inmediatamente superior de unos 25 a 30 para que se acerque también
al fondo. La de arriba es más corta y en ella de ordinario
le encarnan un pequeño trozo de gamba. Emplean plomos de 60
a 90 gr., según la velocidad de la deriva
La otra caña va preparada con un plomo corredizo por encima
del pequeño mosqueton y un aparejo de unos 75 cm con uno o
dos anzuelos. Según afirman es con este con el que pescan los
ejemplares, más gordos. Como el barco va a la ronsa este plomo-
y los otros- levantan pequeñas nubes de arena que despiertan
la curiosidad de los mabres. Además el plomo corredizo tiene
la ventaja de ofrecer menos resistencia a la picada, confiando así
a los ejemplares adultos mucho mas suspicaces.
Cebos: Toda clase de gusanos marinos.
La preferida es como hemos dicho la lombriz de beta, pero también
otras, como la coreana o la americana, o incluso la tita o pequeños
trozos de lombriz llobarrera son cebos adecuados.
Desde hace unos años se pesca también
el mabre , en los días poco propicios, a barco fondeado, cebando
los anzuelos con trocitos de alacha o sardina algo saladas, atrayéndolo
mediante brumeo, con una bolsa de sardina machacada mezclada con arena,
dejándola caer al agua, hasta llegar al fondo ,pendiente de
un sedal grueso atado a la proa.
ACCION DE PESCA. Consejos de J
M.Medina para conseguir ejemplares grandes

Concurso de pesca del mabre. Pesando unos buenos ejemplares
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- Es fundamental que el mabre no perciba
tensión en el aparejo cuando tantea el cebo para comprobar
si es de su agrado, de lo contrario probablemente lo abandonará.
Esta circunstancia no es fácil de llevar a cabo si tenemos
en cuenta que el barco va a la deriva arrastrando el cebo. Para ello
es preciso esta muy atento y al percibir el menor toque agachar la
puntera e incluso introducirla en el agua para darle tiempo para degustar
la lombriz que le ofrecemos.
Y es que la picada del mabre gordo no es brusca,
por lo que tras un lento, suave y blando tirón percibido por
nosotros en la línea, hay que tener la paciencia de no tirar
y saber esperar a que muerda con mayor confianza. Si lo hacemos así
lo normal es que el pez se embuche y entonces si que esa segunda picada
será violenta y confiada.
En circunstancias de escaso viento y poca
deriva o aguas muy claras el recelo del mabre se multiplica. Un truco
muy eficaz es levantar suavemente la caña y dejar de nuevo
caer el plomo en el fondo , con un doble objetivo:
· Remover la arena del fondo para dar “credibilidad”
al gusano utilizado como cebo
· Hacer que éste al moverse haga creer al pez qe el
gusano quiere escapar corra a atraparlo. Por eso sucede muy a menudo
que al levantar el aparejo sea entones cuando comprobemos que hay
un pez clavado, sin notar previamente su picada.
-Cobro de la pieza Es imprescindible tener bien regulado el freno
del carrete, para que al recoger línea pueda “filar”
hilo durante las embestidas del pez hacia el fondo sin riesgo de que
se desgarre el morro blando de esta especie.
Ronsa – deriva- o fondeo. Hemos dicho
que esta especie se pesca fundamentalmente a la ronsa para localizar
con mas facilidad los bancos de peces que hociquean en el fondo. Las
condiciones ideales son que el agua esté clara y que haya una
brisa suave. Hay circunstancias en las que es conveniente fondear:
- En condiciones de viento excesivo o mucha corriente.
- Cuando detectamos que en un punto determinado la pesca es especialmente
abundante, y por el contrario en el resto de la zona es mas bien escasa.
- Cuando nos encontramos con la presencia de obstáculos como
trasmalles, o palangres q ue nos impiden rastrear la zona
Hay ocasiones – mas bien escasas- en
las que el pescado parece enloquecer y come bruscamente sin recelo
y por toda la zona de pesca. En estas circunstancias huelga cualquier
consejo salvo el de estar en el momento y lugar adecuado ..... y eso
si llevar cebo suficiente. José M. Medina.
Parte de este artículo ha sido publicado
recientemente en PESCA A BORDO
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