Sus órganos eléctricos, situados a ambos lados de la cabeza están compuestos por 400 columnas que actúan como baterías, estas derivan de su tejido muscular produciendo descargas eléctricas para someter a sus presas y defenderse de sus predadores. La descarga de estos extraños órganos puede llegar a 200 voltios. El Torpedo ocellata y también la varidad de marmorata (que es la que pescamos) son cazadores de emboscada que se ocultan bajo la arena aturdiendo a sus victimas con sus descargas eléctricas. Esta descarga eléctrica produce dolor a los humanos pero no llega a ser mortal.