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Por Andrés Javaloy
1 de abril de 2017
Una de las primeras pescas sobre un pecio de los hermanos Blanco.

Cómo hallamos los pecios en los años 80

Entre los hechos notables en la pesca deportiva en el Club Náutico de Torrevieja en los años 80, fue el hallazgo de 23 pecios, fruto de la investigación de varios barcos de este Club, como "Chambel" "Reme" y "Viajero", apoyándose en el informe suministrado por barcos profesionales de Santa Pola , Torrevieja y Cabo de Palos, los cuales habían enganchados sus redes en lo que suponían que podría ser barcos hundidos.
Fué una labor ardua muy minuciosa y difícil dado los pocos medios de los que disponíamos entonces.
En un principio contamos solo con la ayuda de la sonda y la brújula y luego nos apoyamos en los datos suministrados por el el Loran C, que incorporamos en 1988 a nuestros barcos. Dicho instrumento de localización estaba basado en la emisión de señales radioeléctricas emitidas desde 3 puntos de la costa. Lo que sucedía es que la señal, dada la lejanía de las emisiones para nuestra zona, llegaba de un modo imperfecto y la precisión era de mas o menos de dos a tres décimas de milla ( unos 400 a 500 metros).

Restos del "Sirio" hundido junto a la isla Hormiga frente a Cabo de Palos. Foto J. Torres


El sistema de búsqueda de pecios se basó obre todo en colocar sobre un gran mapa de 1/ 50.000, del ejército, en el que estaban ubicados edificios, montes y otros accidentes geográficos, los puntos en los que los profesionales habían enganchado sus redes. Dichos puntos los obteníamos con las distancia de radar que nos proporcionaban , a lugares precisos, como Isla Grosa, Faro de Cabo de Palos o punta del Cabo de Santa Pola. Con esos puntos, trasladados al mapa, calculábamos las enfilaciones que deberían tener, y el rumbo para ir hacia ellos.
Simplemente con esto y la profundidad a la que se encontraba el pecio (que nos proporcionaban los profesionales), nos dirigíamos hacia allá. Al llegar al sitio probable. que tenía la enfilación calculada, si coincidía con la profundidad que se nos había dado, lo balizábamos y entonces utilizábamos la siguiente sistemática:
Navegábamos una media milla hacia el norte- 5 minutos a 6 nudos de velocidad-y a partir de alli, hacíamos zig- zag de este a oeste, acercándonos poco a poco a la baliza, navegando exactamente 5 minutos en cada vuelta, procurando que las estelas de cada vuelta tuvieran todo los más unos 25 metros de separación. Si no lo encontrábamos hacia el norte, hacíamos lo mismo hacia el Sur. Si íbamos dos barcos el rastreo era mucho mas rápido y eficaz.

 

Todo evidentemente habría sido mas sencillo si hubiésemos tenido radar a bordo, pero no era así.

 

Mapa solicitado al Ministerio, y que nos ayudó extraordinariamente en nuestro trabajo de ubicar los pecios. En este mapa situamos, mi hermano y yo, las posibles posiciones de los naufragios a buscar. Una vez hallados, los pecios los marcamos con el símbolo de mismo  en rojo.

El mapa nos sirvió extraordinariamente para buscar en él, las enfilaciones de los posibles hundimientos.

La abundancia de fauna en estos grandes escollos submarinos, que son los barcos hundidos, se debe a que durante muchos años se han ido poblando de vida sin que sufrieran predacion humana.
Organismos vivientes como corales, anémonas, moluscos y peces han encontrado su hábitat aquí como consecuencia de las corrientes ascendentes de nutrientes, motivada por el choque de la corriente marina en estos grandes arrecifes artificiales. Esos nutrientes han hecho proliferar el fito plancton y luego el zooplancton y los organismos que viven de él. Los últimos en aparecer serían los depredadores marinos (dentones, samas, lechas, congrios etc.) que se nutren de los otros peces.
Quiero mostrar aquí alguna de las pesqueras no incluidas en la página citada, que dan una muestra de la riqueza en vida marina que encontramos sobre los naufragios sobre los que pescábamos. De ahi el esfuerzo y la ilusión que pusimos en la busqueda de los mismos.

 

Tres samas de 8 a 10 kilos pscadas en el barco hundido "Ville de Verdún" Año 1985.

Enorme bogavante de 4,5 kg conseguido pescando sobre el mismo pecio. Año 1984

El segundo de los pecios que encontramos, en el año 1988, está situado a 9 millas al 115º deTorrevieja. Es un gran mercante hundido en la guerra de 1914-1918 en 95 m. de sonda. Es conocido en Torrevieja por el "Zapatones", por ser el nombre del pescador que nos proporcionó los datos necesarios.
Aún recuerdo la alegría del hallazgo, abrazados, saltando en cubierta del "Chambel" como críos. Pero es que no fué para menos. Tenía besugos de 2 a 3 kilos que nunca se habían pescado en esas profundidades por parte de deportivos, y pargos de 4 o 5 kilos como los que muestra la foto.
Pese a nuestra prudencia-no quisimos machacarlo en nuestras primeras pesqueras- fue arrasado poco despues por una flota de 10 barcos deportivos pescando a la vez sobre el mismo.

Año 1988

ENORME MERO DENTÓN DE 87 KG PESCADO A BORDO DEL MISTRAL FRENTE A CABO DE PALOS

 

 

 

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