Hace unos treinta años, mi hermano Federico y yo a bordo de una embarcación de madera de 8 metros de eslora y con un motor de 45 CV llamada Chambel, nos aficionamos a la búsqueda de pecios. Así descubrimos las enormes posibilidades de pesca que tenían los naufragios.
A la derecha la tripulación al completo del Chambel con una de sus samas hembra, de 13 kg, conseguida en 1987. En el centro y sosteniendo la pieza, Federico y Andrés Javaloy.
A la derecha la tripulación al completo del Chambel con una de sus samas hembra, de 13 kg, conseguida en 1987. En el centro y sosteniendo la pieza, Federico y Andrés Javaloy.