Aquella mañana de mediados de junio, Pablo García, Vicente Rodríguez y su compañero Fernando, provistos de varias cajas de jureles pequeños, y de la licencia correspondiente para la pesca del atún sin muerte, decidieron ir, de nuevo, en busca del atún gigante.
Semanas antes, habían participado en una jornada de PESCA SIN MUERTE Y MARCADO DEL ATÚN, organizado por el Club Náutico de Santa Pola, y por la Alianza de Pesca Española Recreativa Sostenible (APERS) (como nombro en otra sección de esta web).
Aquel día, hacía un par de semanas, se divirtieron de lo lindo, pescando , marcando y soltando , dos enormes atunes .
Así pues, se dirigieron a la zona en la que los habían encontrado dias pasados.Pero esta vez, decidieron pescarlos con cebo vivo. Por ello se detuvieron un buen rato encima de un pecio situado a unas millas al Este de Tabarca, y posteriomente en otro conocido pesquero, donde hicieron un buen rancho de jureles vivos y alguna caballa.
Una vez llegados al caladero, donde había otros colegas pescando al atún, en una sonda entre 140 a 180 m , calaron 3 cañas con jureles vivos , situándolos con ayuda de plomo, y globos, para separarlos del barco, para que pescaran en 50, 75, y 30 m de profundidad. Uno de los tripulantes se encargaba de tirar como anguado, trozos de jureles de una manera casi continua, mientras el barco derivaba con la corriente y la marejada
Precisamente la caña que pescaba a 75 m, de pronto, se incurvó al tiempo que la línea salía del carrete a gran velocidad.
Pusieron el barco en marcha para orientar la linea por la popa, dando arrancadas cuando el atún se dirigía el atún hacia el barco, o girándolo con objeto de de tener siempre la linea tensa . Previamente otro de los tripulantes retiraba las otras dos cañas para evitar enredos
La faena fue larga y divertida hasta que pudieron ponerlo casi al costado del barco como verán en las siguientes imágenes:
Con gran esfuerzo y alegría lo subieron a bordo, donde al comprobar que el atún estaba muerto, dieron el parte al que obliga la disposición , y pusieron proa al puerto.